Si eres de l@s que les gusta refugiarse de la rutina entre arena y brisa marina, estás de suerte… ¡Hoy hablamos de los beneficios de entrenar en la playa! Y es que no hay nada como darle un poco de caña al body en este escenario idílico en plena naturaleza, que puede aportarte además muchísimo bienestar.
Mejorarás tu estabilidad y equilibrio
La arena es un terreno bastante inestable que nos dificulta el apoyo de pies y extremidades, así que trabajar sobre ella hará que tu equilibrio y estabilidad mejoren, ya que estarás haciendo a la vez ejercicios de propiocepción.
Podrás evitar lesiones
Al tratarse de un terreno que no es llano, si caes, la arena amortiguará gran parte del impacto que sufren tus articulaciones mientras estás trabajando.
Ah, por cierto… ¿Te gustan los burpees? Porque la arena es el lugar perfecto para practicarlos, así que aprovecha y realiza un entrenamiento HIIT en la playa porque tus tobillos y rodillas te lo agradecerán.
Harás un mayor gasto calórico
Como la arena es maleable e irregular, nuestro cuerpo inconscientemente aplica mayor fuerza de la normal a la hora de llevar a cabo nuestra rutina deportiva. Se requiere una mayor cantidad de músculo para poder desplazarnos por la arena y esto conlleva una mayor intensidad en cada uno de los ejercicios que pongas en práctica.
Disfrutarás como nunca del entorno
Los rayos del sol, el azul del mar y la brisa marina pueden convertir un simple entreno en una experiencia digna de recordar. Y es que poner a punto el cuerpo y la mente con semejantes acompañantes, además de una sensación plena de paz y relax, proporciona una mayor liberación de endorfinas.
Como habrás visto, no hay excusa posible… todo son ventajas cuando hablamos de entrenar frente al mar. Así que ya sabes… Coge la ropa de deporte, saca el bañador y la toalla… ¡Y a darlo todo en la playaaaa!
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